Parashá Noaj

  • Autor de la entrada:
  • Categoría de la entrada:Parashá

La palabra Parashá significa “porción”, es el nombre que se le da a la porción de la Torá que se lee por semana (parashá hashavúa, la porción de la semana).- 

La división de la Torá para su lectura en un año, desde Bereshit (Génesis) hasta Dvarim (Deuteronomio) corresponde a 54 porciones o parashot.- Cada una de ellas es leída y explicada públicamente en las congregaciones en cada shabat.-

Asimismo, a estas porciones se les agrega también para su lectura, una parte de los profetas (Neviím) conocida como “Haftará”. Y en nuestra congregación judío mesiánica también leemos una porción del Brit Jadashá (Nuevo Pacto) para completar así la parashá semanal.- Es decir, la porción de la Escritura que debemos escuchar con atención para aprender, poner por obra y enseñar a otros a cumplir con los mandatos y preceptos del D-os único y verdadero.- 

Así, la parashá “Noaj” (este es el nombre en hebreo de Noé), nos relata la historia del mabul (el diluvio universal).

El diluvio fue el mayor juicio que D-os envió a la Tierra por causa de la maldad de los hombres hasta ahora. En Bereshit 6:5 -6 leemos que: “Y vio D-os que la maldad de los hombres era mucha en la tierra, y que todo designio de los pensamientos del corazón de ellos era de continuo solamente el mal. Y se arrepintió D-os de haber hecho hombre en la tierra, y le dolió en su corazón.”

Sin embargo, D-os decidió salvar de esta catástrofe a un solo hombre y su familia: Noaj. Ahora bien, la Torá nos revela porqué motivo D-os quiso preservar a Noaj y a su familia. En Bereshit 6:8 se nos dice que “Pero Noaj halló gracia ante los ojos de D-os.”

D-os no salvó a Noaj por sus méritos, sino que lo hizo de pura gracia, porque la gracia, es ese regalo gratuito o inmerecido que siempre estuvo presente.

Así, en esta parashá no sólo observamos la justicia de D-os manifestada en el diluvio, sino también Su misericordia, reflejada en el pacto que D-os estableció con Noaj y con su descendencia, es decir con toda la humanidad, de que nunca más habría aguas de diluvio para destruir la Tierra.

Este es un pacto que sigue vigente hasta nuestros días.

Tal es así que en la haftará correspondiente a esta parashá, encontramos en el libro del profeta Ieshaiá (Isaías) las siguientes palabras:

“Porque esto me será como en los días de Noaj, cuando juré que nunca más las aguas de Noaj pasarían sobre la tierra; así he jurado que no me enojaré contra ti, ni te reñiré. Porque los montes se moverán, y los collados temblarán, pero no se apartará de ti mi misericordia, ni el pacto de mi paz se quebrantará, dijo D-os, el que tiene misericordia de ti.” – Ieshaiá 54:9-10

Finalmente, en el Brit Jadashá, Ieshúa HaMashiaj anunció que los tiempos finales se asemejarían mucho a los tiempos de Noaj, cuando el juicio de D-os se vuelva a manifestar otra vez sobre la humanidad por la maldad de los hombres: 

“Mas como en los días de Noaj, así será la venida del Hijo del Hombre. Porque como en los días antes del diluvio estaban comiendo y bebiendo, casándose y dando en casamiento, hasta el día en que Noaj entró en el arca, y no entendieron hasta que vino el diluvio y se los llevó a todos, así será también la venida del Hijo del Hombre.” – Mateo 24:37 – 39

Es decir, una señal de que la segunda venida de Ieshúa haMashiaj está cerca es observar los tiempos y compararlos con los días de Noaj. Actualmente vivimos en un mundo donde la maldad aumenta cada vez más y como dijo Pablo, debemos aprovechar bien nuestro tiempo porque los días son malos (Efesios 5:16).

De la misma manera que Noaj estuvo preparado para la manifestación del juicio de D-os, y de la misma forma en que obedeció a D-os cuando Él le ordenó que construyera el arca, de igual manera nosotros también debemos permanecer en obediencia, guardando sus mandamientos y esperando ansiosamente por Su venida.

Los invitamos a reflexionar con nosotros con esta pregunta: Si Ieshúa regresara hoy ¿cómo me encontraría Él?

Shalom. Paz.